Éxtasis |
Por lo general se consume por vía oral, aunque también puede inyectarse o inhalarse.
El éxtasis puede aumentar los niveles de compenetración y empatía y producir una sensación de intimidad afectiva con los que están alrededor. Suele consumirse en las fiestas "rave" (fiestas bailables que duran toda la noche) para aumentar la sociabilidad y los niveles de energía de los participantes.
A corto plazo, puede inducir al organismo a ignorar ciertos síntomas negativos como la deshidratación, los mareos y el agotamiento. Además, puede dañar gravemente órganos internos como el hígado y los riñones, y a veces provocar convulsiones e insuficiencia cardíaca. En grandes dosis, causa también intranquilidad, ansiedad y graves alucinaciones visuales y auditivas. A más largo plazo, su consumo puede dañar determinadas zonas del cerebro, lo que puede provocar graves depresiones y pérdida de memoria.
Las tabletas o píldoras que se venden como "éxtasis" pueden contener otras sustancias potencialmente peligrosas cuya concentración y efectos pueden variar mucho. el éxtasis
También
aumenta las posibilidades de que se tomen decisiones desatinadas, como tener relaciones
sexuales sin protección y compartir agujas. De ahí que los que lo consumen
corren el riesgo de contraer el VIH/SIDA, hepatitis u otras enfermedades infecciosas.